Cómo afrontar una entrevista de trabajo como diseñador UX/UI
Alberto Riol – Junio 2022
Cómo afrontar una entrevista de trabajo como diseñador UX/UI
Poder trabajar a día de hoy en el diseño de productos digitales es para sentirse afortunado. Es un sector con alta demanda de profesionales, con grandes tasas de reconversión de perfiles y, por lo general, bien remunerado. Además, existen numerosas escuelas digitales que ofertan formación para adentrarse en el mundo del UX/UI; pero quienes se encuentran ya trabajando también pueden especializar su carrera profesional en muchas posibles disciplinas: Product Design, Service Design, Researcher, CRO, UX Writing…
Dado que existen tantas ramas del diseño digital, enfrentarse a un proceso de selección como diseñador UX/UI puede suponer enfrentarse a muchas ofertas con enfoques muy distintos dependiendo de las labores contempladas en el puesto, pero también de la interpretación que le dé la empresa a estos roles.
Por ello, al buscar un puesto de trabajo debemos analizar cómo enfrentarnos a los diversos aspectos que entran en juego si queremos maximizar las posibilidades de contratación.
Analizar bien qué buscan
Casi nadie cumple el 100% de requisitos de una oferta de trabajo. Y aunque hay empresas que cuidan enormemente los procesos de selección, otras muchas inflan la descripción con la petición de muchos años de experiencia, muchísimo software tanto actual como desfasado o combinaciones imposibles de habilidades que harían palidecer a los acróbatas del Circo del Sol.
Chequea cada oferta que mires y contrástala con aquellas actividades en las que tienes un gran dominio o experiencia, aquellas que no has realizado pero sabrías ejecutar y otras que no conoces pero sobre las que estás dispuesto a aprender.
Nadie sabe de todo, por más que las ofertas así lo hagan ver. Esto es importante que lo tengas en mente, sobre todo para enfrentarte a tu síndrome del impostor, que estará siempre acechando durante tu carrera y muy en especial en momentos de búsqueda de empleo.
Dicho de otra manera, no tengas problema en exponer honestamente en qué cosas no eres especialista, sin dejar de remarcar aquello que sí se te da bien y que es por lo que deben contar contigo. Si no cumples los años de experiencia, pero tienes buen conocimiento del tema, preséntate igualmente. Cualquier buen recruiter sabrá entender el valor de una persona sincera, despierta y con curiosidad que es capaz de sacarse las castañas del fuego, incluso por encima de perfiles de más trayectoria.
Aún y todo, en todo proceso de selección suele haber varias fases, y obviamente es más fácil pasar el primer filtro que los posteriores.
El primer contacto suele ser muy directo y se centra en conocer el rango salarial (tenlo pensado para que no te pille por sorpresa), un resumen rápido de tu experiencia, y la posible fecha de incorporación si todo va bien.
Es aquí donde a veces también quieren saber si has usado algún programa que seguramente crean imprescindible. Si no lo manejas, mantente sereno y haz referencia a cualquier otro similar que sí utilices o pon sobre la mesa tu capacidad para actualizar tus conocimientos antes o al poco de ser contratado.
Por ejemplo, si no has usado Figma, pero sí has diseñado con Sketch, pon en valor el tiempo que lleves y las acciones que sepas desempeñar con la herramienta que conoces, para luego cerrar con algo tipo “por lo que he podido ver, en Figma es más o menos parecido”.
Al final, en efecto, casi todos los programas realizan acciones similares de maneras muy parecidas. Da igual si usas Figma o Sketch, Invision o Zeplin, Miro o Mural, Typeform o Google Forms, UserZoom o Lookback: lo fundamental es que sepas manejarte y entender para qué sirve cada herramienta y cuándo usarla.
Asegúrate también de entender bien el perfil que buscan, de qué programas disponen, las labores que esperan de ti y con quién trabajarías. Te ayudará en esta y otras fases saber si quieren que hagas research de manera habitual, que accedas a herramientas de analítica, o con qué otros roles profesionales tratarías en el día a día. Transmite de manera ordenada cuál es tu flujo de trabajo como diseñador: a qué personas contactas, qué fases sigues y qué aspectos y tiempos consideras clave. Esta conversación también te dará una idea de si es una empresa que tiene el diseño en buena consideración y le destina recursos o si, por contra, escatima en licencias de software.
Si les encajas, lo normal es que te propongan hacer una prueba y/o una segunda entrevista ya más especializada.
Transmite de manera ordenada cuál es tu flujo de trabajo como diseñador: a qué personas contactas, qué fases sigues y qué aspectos y tiempos consideras clave.
Una entrevista de trabajo es bidireccional
Algo clave a considerar de antemano es si nos vale ‘cualquier’ empresa para hacer currículum o queremos marcar nuestras líneas rojas y deseos. Al igual que cuando buscamos piso, el equilibrio está entre lo que nos podemos permitir y aquello que consideramos que puede ser negociable. Siempre que se respeten unos mínimos aceptables, tendrás que poner tu línea en un tramo de sueldo, la ubicación de la empresa, la posibilidad de teletrabajo, medidas de conciliación laboral…
Analiza siempre de antemano sobre qué aspectos te puedes permitir ceder y hasta qué punto lo harías, así como qué cosas buscas en una relación laboral. Esto te permitirá hacer una primera criba sobre las ofertas a las que quieres presentarte.
Tanto en la primera aproximación como en las consecuentes charlas con la empresa, pregunta también acerca de los beneficios que ofrecen. Las organizaciones que buscan buen talento tienen ventajas competitivas: horario flexible, jornada de verano, seguros médicos privados, tarjetas restaurante y de transporte, fruta en la oficina, menús especiales para empleados, teletrabajo, guardería… Indaga sobre qué pueden ofrecerte para valorar el ambiente y cómo cuidan a sus empleados.
También has de plantearte si deseas trabajar para una agencia o una consultora o bien para un cliente final. Cada uno tiene sus pros y sus contras. En las consultoras, los rangos de sueldo suelen ser algo inferiores, pero son el lugar perfecto para poder realizar tareas de disciplinas diferentes cada vez que cambies de proyecto, permitiéndote tocar muchos palos distintos.
En cliente, por otro lado, con el paso del tiempo tu conocimiento de la empresa y del producto digital sobre el que trabajes será mayor, por lo que podrás exprimir más las posibilidades o trazar una ruta más clara en tu carrera profesional dentro de la organización. Según tu momento vital y laboral, así como tus intereses a la hora de seguir aprendiendo, puede que sea más recomendable que te decantes por una u otra opción.
Averigua también qué dicen otros empleados. Lee críticas de Google Places y entra a sitios especializados como Glassdoor para saber en qué aspectos brillan o cojean. No creas que por preguntar algo específico estás entrando en terreno prohibido. Si te lo puedes permitir, es mejor asegurarte de que el sitio en el que trabajas no mermará tu salud mental. Una empresa que cuida su talento y ofrece un trato humano es la primera que debería interesarte.
Pruebas técnicas
Algunas empresas proponen pruebas técnicas tras la primera entrevista. Como si se tratara de un examen, en ellas vale más la pena dedicar tiempo a analizar bien qué piden de manera explícita que empezar a responder para ganar tiempo.
Si existen peticiones concretas, numéralas y asegúrate de responder a todas ellas. Repasar el enunciado y subrayar cada aspecto que indican que será valorado es crucial. Muchas pruebas se fallan porque, por válida que sea la forma de resolverlo, la persona candidata dejó un aspecto clave por contestar.
Si no te da tiempo a responder a algo, mejor dejarlo en evidencia con un breve planteamiento, que deje claro que no pudiste llegar a todo, pero que demuestre tu buena capacidad analítica al leer un briefing.
Si para la prueba te dan varios días de margen, negocia fechas en las que sepas seguro que podrás dedicarle tiempo. Es mejor posponer el plazo de entrega para asegurarte de hacer bien la prueba que intentar quedar bien pudiendo entregarla de inmediato. Si realizas una prueba sin tiempo, lo más probable es que la resuelvas mal y hayas perdido tanto tu tiempo como la oportunidad.Si la prueba está acotada a un par de horas, elige que te la envíen un día en que puedas haber descansado o no tengas otras cosas que atender. Busca un lugar tranquilo y sin distracciones y pide a quien viva contigo que respete ese tiempo, ya que necesitarás máxima concentración. Si no te es posible realizarla en tu casa, habla con amigos o conocidos para poder usar su espacio de manera sosegada.
Una vez hayas recibido el briefing, si puedes, asegúrate doblemente de entender cualquier punto que aparezca en el documento. Es mejor preguntar y responder de manera certera que dar nada por supuesto. Según cómo plantees tus dudas, esto también puede poner de manifiesto valores como la humildad o representar tu forma de negociar con stakeholders. Finalmente, si te hacen defender la prueba, sé comprensivo ante las críticas y escucha las observaciones. En la mayoría de ocasiones, una persona hace de ‘poli bueno’ y otra de ‘poli malo’, para ver cómo te desenvuelves y comportas ante el cuestionamiento de tu propuesta, cómo razonas cuando las cosas no van a pedir de boca y qué aspectos defiendes mejor o te parecen líneas rojas al diseñar. Piensa que en un entorno laboral real te enfrentarás a situaciones parecidas y tendrás que escuchar, negociar y ser flexible.
En las pruebas técnicas, si existen peticiones concretas, numéralas y asegúrate de responder a todas ellas.
Si no te contratan, averigua por qué
A veces pasa mucho tiempo desde que empieza un proceso hasta que culmina. ¡En ocasiones incluso meses! Pero si sientes que no avanza, no tengas reparo en preguntar por qué, así como si puedes hacer algo para complementar tu candidatura ante otros posibles candidatos.
Si finalmente no eres la persona elegida, pide a las personas que te hicieron la entrevista o la prueba técnica un feedback que te permita mejorar. Busca críticas reales y accionables que te sirvan, no comentarios huecos o generalistas que valdrían para cualquier persona. Quieres saber qué les gustó y qué no de tu perfil, para poder tomar nota y evitar el mismo error en la siguiente ocasión.
A veces, no hay match simplemente por motivos que te son ajenos. Quizá otra persona destacó mucho más en aquello que la empresa necesita de manera más inmediata, había un currículum de alguien que iba recomendado o no hubo feeling con las personas con las que hablaste. No te fustigues por las infinitas variables que pueden estar fuera de tu control. Intenta obtener ese feedback sincero que compense el tiempo invertido. Reclamar un tiempo extra de análisis tras muchos días de proceso y dedicación es lo mínimo que cabe esperar. Con ello, toma nota y piensa si para ti tiene sentido la crítica y qué puedes hacer para evitar transmitir esa misma sensación de nuevo. Y mejorarás seguro para la siguiente ocasión.
En MOA tutorizamos tu desarrollo profesional
Más allá de consejos generales, durante el Programa Superior de Experiencia de Usuario y Diseño de Interfaz de MOA, todo el profesorado te apoyará de manera personal en tu futura salida al mercado laboral. Las tutorías te servirán para aclarar dudas sobre las clases o los proyectos, enfocar bien tu CV y recomendarte en qué aspectos mejorar o desarrollarte en el futuro según tu perfil y tus intereses durante el programa.
Creemos que cada persona es única, con sus predilecciones y sus skills más destacables. Y queremos que te desempeñes de manera exitosa en este mundo lleno de posibilidades.